Esperanza Coves, psicóloga de la policlínica Nuestra Señora de la Asunción

Esperanza Coves es psicóloga y psicopedagoga en la Policlínica Nuestra Señora de la Asunción. Ella te ayudará en terapia de pareja, mediación de conflictos, dificultades de aprendizaje o gestión de emociones.

¿Por qué decidiste dedicarte a la psicología?

Estudié psicopedagogía que es la rama de Psicología, pensando en los niños y en las dificultades a la hora de estudiar la parte cognitiva.
Y estudiando la carrera, empecé a comprobar que efectivamente era mucho más importante la parte personal que la parte cognitiva, porque un niño es raro que a lo largo de su trayectoria educativa no tenga un bache emocional y entonces se bloquean y bajan las notas o pierden el interés por estudiar, etc.

¿Has cambiado tu forma de pensar en estos años gracias a tu profesión?

Cuando terminé la carrera me especialicé en emociones y a día de hoy he hecho varios cursos después de resolución de conflictos y ahí me di cuenta que todo el mundo tenemos un montón de conflictos tanto con nosotros mismos, como personales, como con las personas más conocidas, como en un grupo en el que entremos a nivel de clase o bien a nivel de trabajo, etc.

Y cuando me preguntan digo que utilizo un enfoque holístico, porque el estudio y los cursos posteriores a la carrera me han ayudado mucho.

Empecé en el gabinete a trabajar en el 2003 y ahora estamos en el 2023, y yo diría que casi lo que más he aprendido es comprobar las personas tenemos aspectos muy similares y que cada persona es un mundo diferente.

¿Qué importancia le ves a la psicología hoy en día?

La psicología es clave la psicología porque el grupo humano en su conjunto está enfermo de ansiedad y tiene un desequilibrio bastante importante. Y bueno en las noticias se puede observar… No es que hayamos estado muy bien en otras épocas, pero ahora es extraño ver a una persona que no sienta ansiedad, entonces es algo que no es nada positivo ni para las personas, ni para el grupo social y bueno, ahora mismo veo la psicología muy necesaria.

Algo que me llama mucho la atención es el tabú que había antes respecto a la psicología. ¿Ha cambiado a mejor?

Todavía falta, pero efectivamente ha cambiado. Cuando yo empecé recuerdo incluso a varios adolescentes llamarme la loquera. “No quiero ir a la loquera», le decían a sus padres o madres.

Ahora hace muchos años que no me llaman así y se va normalizando en los colegios públicos derivar a los alumnos que lo necesitan al psicólogo a la unidad de salud mental para ayudarles.

Antes solamente se hablaba de salud mental a nivel privado y ahora pues las conversaciones sobre si un niño va o no al psicólogo entre los padres se va normalizando. Y esto es algo que solamente se puede cambiar así a nivel de conocerlo y de ir observando que tiene efectos positivos, claro.

¿Y qué se puede hablar con un psicólogo?

Se puede hablar de todo. Con los psicólogos se puede hablar de todo, pero la parte importante del psicólogo es la parte interna de la persona.

Según un estudio, casi la mitad de las visitas es por ansiedad y depresión...

Más de la mitad diría yo, tanto en niños, cómo en adolescentes o mayores.

¿Y tú cómo les ayudas para controlar esta ansiedad o depresión?

Bueno, prácticamente le definimos lo que quiere decir la palabra ansiedad. La palabra ansiedad es una emoción y pertenece a la familia del miedo y todas las emociones tienen diferentes intensidades, pues la ansiedad es un rango de ese miedo.

Y a partir de ahí, pues entonces es cuando nos ponemos a ver las preocupaciones porque la preocupación también forma parte del miedo y de desarrollar estrategias para poder afrontar el miedo.

Y saber que hay una parte que la puedo controlar y lo hago y otra parte que no. Y luego explico también toda la parte a nivel físico de como respirar, porque cuando estamos con ansiedad siempre modificamos la manera normal de respirar y eso tiene un efecto.

¿Van de la mano depresión y ansiedad?

Muchísimas veces sí van de la mano la ansiedad y la depresión, aunque hay personas que se quedan únicamente con la tristeza. Le produce mucha tristeza ver cualquier injusticia y hay otras otras personas que van directamente a la ansiedad.

Incluso hay otras que van a la rabia o la ira y mezclar estas emociones o las tres a la vez es bastante habitual. Una persona con ansiedad que llegue a puntos importantes de tristeza y también que llegue a puntos elevados de ira.

¿Qué debemos saber para elegir correctamente a nuestro psicólogo?

Conexión. Y se necesita dos o tres sesiones para saber si es la psicóloga o psicólogo correcto o no.

¿Cómo saber si la terapia esta funcionando?

Porque ves los cambios, ves el sentido del humor, incluso físicamente. Cuando entran por primera vez normalmente están con los hombros decaídos, bastantes cerrados, al expresión de la cara. La cara dice muchísimo y los ves. Cuando llevan 3 o 4 sesiones y algunos no parecen la misma persona.

Y se ve en los actos y cosas que te cuentan.

¿Qué piensas de las sesiones online?

Pues aunque hoy en día es posible hacer videoconferencias, yo me quedo con la parte presencial. Para mi la comunicación no verbal es muy clave y no se puede captar igual por videoconferencia.

¿Cómo son tus sesiones?

Yo siempre les pregunto si vienen nerviosos o si están relajados. Si vienen nerviosos les digo que respiren y lo siguiente que les digo es que es lo que me quieren contar porque hay personas que vienen con idea muy clara y otros que no saben que les pasa.

Observo y escucho al principio y luego dependiendo del problema en concreto, los voy valorando hasta tener la información para poder detectar esos puntos: Nivel autoestima, ansiedad, emociones… etc. 

¿Siguen siendo las mujeres el mayor porcentaje de pacientes?

Muchísimo, un 95% que vienen a terapia son mujeres y un 5% hombres.  Y también es la misma proporción la que traen a sus hijos a terapia.

¿Cómo construye una persona su autoestima?

Se empieza desde muy pequeños. Al principio construyes la autoestima de las frases que escuchas, gestos que te llegan o de aprobaciones o sanciones que vas observando.

¿Te afectan las sesiones con tus pacientes?

Intento desconectar. En estos 20 años, los 10 primeros años no podía desconectar. Pero luego llegó un momento de saturación y cambio de enfoque y claro dije si estas personas están mal y consigo que no me afecte tanto y bajo la parte de empatía puedo ayudarles. Y a partir de ahí pues intento desconectar.

Pero hay algunos casos que es muy difícil como por ejemplo de suicidio. A veces intento utilizar el humor y hago preguntas para que contesten algo absurdo y así quitar la tensión.

¿Podrías decirnos alguna frase con la que deberíamos reflexionar?

Sí, una frase para que no te afecten las cosas: “Lo que dicen los otros escúchalo, pero tienes que saber hasta que punto hacer caso o no”.

¿Cómo gestionar las emociones?

Primero identificar emociones  a lo largo del día, luego comprobar qué porcentaje siento (tristeza, rabia, miedo y culpa) y las positivas (alegría, ternura, satisfacción, deleite, disfrutar). Y por último, acudir a una sesión psicológica, si generas muchas emociones negativas.

¿Qué sucesos me llevan a sentir emociones positivas?

Lo que te haga sentir bien. Por ejemplo tomar a un café o ver una película.

¿Cuáles son para ti las emociones más bonitas?

La alegría y el amor, estar en un punto de tranquilidad o de disfrute, la satisfacción y la aceptación.

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